La incertidumbre, a.k.a mi compañera de viaje, no dejó que probara ni medio sanduchito en las 24 horas que pasé viajando, y sólo me tranquilicé al ver que mi cuarto no se estaba cayendo a pedazos y mis flatmates compartían parámetros de higiene medianamente aceptados por mi abuela Fina.
Fiiiiinally sentí que la tranquilidad mental y los años de vida que había pérdido en la última semana volverían a reestablecerse, at least poco a poco pues.
Cuatro días antes de emprender este viaje, con la guía de mi tío Tuto, tomé la decisión de renunciar a mi trabajo y venirme a vivir a Londres, todo esto en un lapso de UN día.
Como es de esperarse, eso took a giant emotional toll on me:
La niña Mariana then found herself levantándose a las cuatro de la mañana con unas ganas frenéticas de prender el televisor para buscar¨friends¨ y escribirle a la gente por BBM a ver quien estaba despierto y con ganas de echar un pep talk.
Las ganas de comer, se fueron de vacaciones a Margarita (había una oferta en Aeropostal creo), y tuve que meterme la comida a la fuerza most of the time.
La sensación general era miedo. Más nada.
Nunca había sentido el tipo de ansiedad que te paraliza el cuerpo. Indescriptible hasta que se vive. Mucho que tragar en poquísimo tiempo.
Por lograr mis metas profesionales dejé a mi familia, mis amigos, mi amor, mi trabajo y mi patria.
Se dice fácil, pero hay que tener té de camomila al lado, ¨porsiaca¨.
Por supuesto lloraba a cada dos nanosegundos y logré romper mi propio record semanal. Usualmente echo mis lloraditas un día sí, tres no; pero esto se convirtió en 1 segundo si, y otro también.
Entonces, medio año después, looking back es cuando viene mi mayor queja hacia los venezolanos ¨emigrantes del mundo¨:
Por qué nadie me lo advirtió ?
La gente siempre habla de lo divino que es empezar de cero en otro país, de lo felices que están lejos de Chávez (SÍ, FELICES LEJOS DE TI COÑO 'E MADRE), y lo tranquila que es la vida en un país desarrollado.
Todos se abocan a la tarea de poner fotos esquiando en facebook, y se enfocan en demostrar lo bieeen que les va pero NADIE te da la oootra perspectiva, el dark side o las costuras. Te hablan de la rumba pero no del ratón del día siguiente.
Todos nuestros home feeds llenos de fotos de Bree-nezolanos en sus nuevas y dreamy lives, pero nunca de relatos sobre sus historias particulares, y lo mucho que les costó - o no - adaptarse a la sociedad donde ahora viven.
Quiero puntualizar que emigrar NO es fácil, y que estando afuera se hacen 2 nuevas amigas: Soledad y Nostalgia. Ellas me visitan bastante, vemos películas juntas, especialmente los domingos. (A veces se me incrustan full)
Entre semana por lo general mi amigo Futuro me motiva muchísimo, y es por él que sigo aquí, echándole pichón.
Pero estos nuevos amigos no se comparan para nada con mis viejos amigos, ni con la sopa de lentejas de mi abuela Lilia o el ávila un domingo a las seis de la mañana.
Esa es la parte que todos los bree-nezolanos skipean. Porque es la parte que duele admitir.
Todo lo que se deja, todo lo que se sacrifica para poder lograr un futuro deseado, una meta propuesta.
Si bien es cierto que I have a newfound tranquility, que aún no me acostumbro a tener, también es cierto que me duele mi país todos los días. Cuando me levanto y cuando me acuesto.
Que el nuevo abanico de oportunidades que se han abierto en el extranjero, no llenan completamente el vacío de no tenerlas en mi propio país.¨Quien no quiere a su patria es porque tiene el espíritu prestado¨ dijo por ahi Alí Primera.
So, sí, todos buscamos procurarnos un futuro exitoso, como el que siempre nos hemos imaginado. Por ahora emigrar parece ser una solución. A nuestra generación le tocó bien difícil, pero sea cual sea la decisión que cada quien tome, don't ever forget que ¨grass is no more greener on the other side¨
That's all.